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El corazón inquieto de Agustín

San Agustín contemplando las Escrituras.

Puede resultar sorprendente escuchar que los agustinos estamos llamados a la inquietud.

Probablemente la mayoría de los fieles ha llegado a asociar la hermandad religiosa con un modo de vida tranquilo y sereno. Después de todo, ¿no es ya el mundo secular del consumismo un mundo inquieto?

De hecho lo es, pero los agustinos ven esta inquietud como un don divino.

San Agustín escribe en sus Confesiones: “Nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”.  Quizás la frase de Agustín más citada, captura algo que resuena profundamente dentro de la persona humana.

La inquietud es ese deseo de ser colmado y realizado. Todos lo tenemos. Intentamos ignorarlo a veces, pero aún así permanece.  Nosotros, los agustinos, creemos que puede dirigirnos a Dios.

 

¿Estás inquieto? ¿Estás buscando? ¿Tiene el deseo de vivir en una comunidad de amigos centrada en Cristo?  ¿Tiene el deseo de transmitir ese mismo deseo a los demás?

 

La inquietud es un aspecto clave de nuestra vida juntos, que enciende nuestra búsqueda común de Dios a través de nuestra oración, vida comunitaria y ministerio.

Para aprender más sobre el carisma agustiniano de Inquietud y Vida Agustiniana por favor mira estas entradas de nuestro blog:
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