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  • Foto del escritorAugustinian Vocations

San José: el hombre más grande que nunca pronunció una palabra en las Escrituras



Hola, mi nombre es Padre Tom McCarthy y soy un fraile agustino.


Amo a San José: su fidelidad a Dios, su fidelidad a María, su fidelidad a Jesús.


Detente y piensa en San José. Estaba comprometido para casarse con María, a quien amaba. Ella lo engañó. Imagínese cómo se sintió eso. ¿Cómo te sentiste que alguien a quien amabas con todo tu corazón te engañara... al menos eso pensaba él?


Y entonces entendió al escuchar el sueño, al ser un hombre de fidelidad, al ser un hombre que escuchó, y mira lo que pasó. Llevó a María a su casa y sabemos cómo va la historia. José, desde el principio, fue un hombre que confiaba, que creía y que era una figura tranquila, silenciosa, pero profundamente fuerte.


¡Amo a San José!





Uno de los momentos más felices fue cuando el Papa Francisco anunció que el nombre de San José se agregaría a la Oración Eucarística... que San José estaría constantemente con nosotros. Un hombre que cuidó de María, un hombre que cuidó de Jesús, un hombre que confió. ¡Qué ejemplo de fe y fortaleza para ti y para mí!


Cuando José podría haberse dado por vencido fácilmente, ¡podría haber hecho apedrear a María hasta la muerte! ¡Era parte de la ley! Pero en cambio, debía divorciarse de ella silenciosamente. Demostró lo íntegro que era.


Y luego, confió al escuchar el sueño que decía: "Lleva a María a tu casa. Todo va a estar bien". ¡Confió cuando confiar era una locura!


¿Cómo os ayuda San José, hermanas y hermanos míos? ¿Cómo es él un ejemplo para ti y para mí? ¿Confiar cuando no tiene sentido confiar? ¿Amar? ¿Y estar dispuesto a cambiar?


¡Amo a San José!


San José es el hombre más poderoso que jamás hayamos conocido y nunca pronunció una palabra en las Escrituras. Simplemente creyó y confió. No tenía miedo de cambiar. E hizo cosas profundas. Era profundoen su sencillez.


Mientras celebramos a San José, estemos agradecidos por este maravilloso, maravilloso hombre. Este hombre que cuidó a María, este hombre que cuidó a Jesús.


Mis hermanas y hermanos, que él cuide de nosotros. Y pidamos su poderosa intercesión - y no sólo para vender casas - sino su poderosa intercesión. estar con nosotros, ayudarnos a confiar, ayudarnos a amar, ayudarnos a nunca rendirnos y ayudarnos a estar dispuestos a cambiar.


San José, gracias por el hombre que eres. Gracias por ser un padre espiritual para nosotros.

Mis hermanas y hermanos, ¡celebrad a San José! ¡San José, ruega por todos nosotros! ¡Dios nos bendiga a todos!

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