Jeff Raths
¿Cuándo te sentiste llamado por primera vez a la vida religiosa? ¿Recuerdas algún lugar específico? ¿Una persona?
La primera vez que sentí un llamado a la vida religiosa fue en la escuela secundaria, pero no comencé a discernir hasta la universidad. Ese llamado a la vida religiosa se nutrió en mi parroquia natal, St. Matthew's en Flint, Michigan, cuyo personal era agustino. No hubo una persona concreta que fomentara esa curiosidad inicial por la vida religiosa. Para mí, me atrajo el testimonio fiel de toda la comunidad agustiniana en San Mateo.
¿Qué es algo divertido o que disfrutas de vivir en comunidad?
La comunidad agustiniana ideal se centra en una búsqueda común de Cristo con los hermanos, que invita y desafía a cada individuo a convertirse en la persona que Dios los ha llamado a ser. Por eso, disfruto más del apoyo y el aliento de las personas que buscan el objetivo común de una relación más profunda con Cristo.
¿Cuál es el secreto mejor guardado/el aspecto más subestimado de la Tradición y Espiritualidad de Agustín?
No sé si existe un “secreto mejor guardado”, pero creo que la comprensión de la amistad que tenía San Agustín es una que merece más atención en nuestra cultura moderna. Para San Agustín la amistad nunca es egoísta, sino que está arraigada en un amor genuino a Cristo, a la otra persona, y en el deseo de su bien. En la práctica, entonces, la amistad es una manera de concretar nuestro amor a Dios.
¿Tienes algún pasatiempo o pasión en el que te guste dedicar tiempo?
En mi tiempo libre disfruto del levantamiento de pesas y casi cualquier tipo de actividad al aire libre.